sábado, 24 de diciembre de 2011

Las marcas educacionales deben generar un impacto positivo

Los jóvenes desean mayor integración y relación entre ellos y la marca educacional

La mayoría de las marcas educacionales no generan afecto en los jóvenes y menos son reconocidas como aporte a la calidad de vida de ellos. Se evidencia un bajo nivel de cercanía entre esas marcas y los jóvenes, y el desinterés de estos si las marcas desaparecieran. Uno de los principales factores que explica este distanciamiento es la desconfianza de los jóvenes hacia las instituciones educativas, provocada por las promesas incumplidas en materia de calidad de enseñanza de alto nivel y estrategias de publicidad que prometen realidades que rara vez se cumplen.

También se advierte poca capacidad de generar experiencias relevantes con los usuarios jóvenes, lo que no permite establecer una gran diferencia entre una y otra marca académica. Tiene que haber una serie de cambios en cómo los jóvenes y las marcas educacionales se relacionan. Un giro hacia la generación de experiencias relevantes para los postulantes y alumnos, creando una "comunicación significativa" en todos los niveles como eje conceptual; dicha comunicación se debe basar en la calidad de lo que se comunica, los valores educacionales asociados a la marca y los beneficios personales que genera en los mismos jóvenes.

A la hora de establecer preferencia, los jóvenes se vuelven más exigentes respecto de los factores que determinan una matrícula o también una permanencia fidelizada. Consideran criterios educacionales, éticos y sociales en la elección de una institución, también se exige a las marcas educacionales participar activamente en la solución de problemas sociales y del país.

Antes, cuando un joven se matriculaba, lo hacía porque la calidad de una carrera era buena y el precio correcto. Ahora, quieren una buena carrera y además conocer de su integración a la sociedad, al trabajo, a los problemas de la misma juventud y al crecimiento del país.

lunes, 5 de diciembre de 2011

Marcas educacionales

Generando experiencias positivas con los alumnos.

En Chile, ahora una gran cantidad de instituciones educacionales están centrando sus estrategias en conceptos de carácter monetario: becas, descuentos, aranceles especiales, créditos, etc. y poco se dice de la propuesta académica que ofrecen. Se centran en captar postulantes de cualquier manera, principalmente “tocando el bolsillo” del potencial postulante. Una cosa es la captación y la otra más importante es la retención. Después que consiguen su matrícula ¿Qué ocurre con el joven? Muchas instituciones de educación logran una baja relación con sus alumnos.

La principal preocupación institucional está centrada en los procesos académicos y en la calidad de sus productos educativos, lo que es lógico. Sin embargo, aún tienen un aspecto pendiente en materia de experiencia con el alumno: servicio y relación, son las palabras claves. Pocas logran buenos resultados en cuanto a experiencia con sus alumnos. Apenas alcanzan el nivel básico de relación o simplemente establecen una “relación frustrante”. En Chile, para formarse una idea, basta con ver los reclamos de los estudiantes en el Sernac o a través de Internet.

Los puntos esenciales de los indicadores están reflejados en los aspectos de experiencia con la marca educativa, con el producto académico y en las interacciones con el alumno. No considerar estos puntos las pone en posición de riesgo frente a posibles competidores. De este modo los alumnos perciben a las instituciones como lejanas, prácticas educacionales no alineadas con sus valores personales, con métodos de contacto que no son lo suficientemente flexibles y con canales poco eficientes en la resolución de sus problemas. Además no se le da el trato especial que el alumno espera.

Las instituciones invierten más en mejoras de procesos y eficiencia y recién se está tratando de incorporar el concepto de satisfacción al alumno fuertemente, pero no sólo debe ser como discurso sino que siendo considerado directamente en los presupuestos, es decir, que se configure un ítem importante en este aspecto.

Generalmente, se destinan muchos recursos a captar postulantes y no tanto a retener, mantener y generar satisfacción en los alumnos.