lunes, 6 de enero de 2014

Marketing Educacional ¿Cuál es el límite?



En Chile  pocas instituciones educacionales mencionan la calidad académica en sus estrategias. Mayoritariamente en la publicidad, en esta época de postulaciones y matrículas, es posible ver como los argumentos principales son la gestión financiera y una innumerable lista de carreras. Poco o casi nada  se dice de un proyecto académico sólido que respalde lo anterior, argumento fundamental en una estrategia de marketing. Quizás en el corto plazo resulte efectivo pero también después incide en los altos niveles de deserción. Las institucionales educacionales se construyen en el tiempo.

Por ejemplo, a un postulante chileno, de alto puntaje en PSU, le ofrecieron una beca completa y un viaje de intercambio o continuar estudios en el extranjero una vez finalizada su carrera. A otro joven  le ofrecieron a costo cero la carrera que quisiera y un notebook. Miles de alumnos fueron objetivo de estos beneficios. Pero para ser justos, en una universidad privada, a un postulante, profesores y alumnos le explicaron a él y sus padres los detalles de la malla curricular y las posibilidades de financiamiento, en ese orden.   La tendencia de atraer a los mejores alumnos a través de distintas ayudas estudiantiles también ha comenzado a ser una política entre las instituciones más tradicionales.

Es una forma de atraer a los jóvenes destacados, porque a todas las universidades les conviene tener entre sus ingresos buenos puntajes en la PSU. Esto se explica por el AFI (Aporte Fiscal Indirecto) que es el aporte que hace el estado hacia las instituciones que hayan matriculado a los mejores. Me parece que no es positivo que se den estas conductas en las universidades porque se mercantiliza el sistema y lleva a las instituciones a comportarse como un mercado de la educación y a ofrecer productos ajenos al proyecto educativo. En mi opinión el marketing educacional debe estar basado solamente en la gestión académica. Ese es el producto que se ofrece al mercado.

Cualquier institución no da lo mismo

En cualquier país, el joven postulante antes de tomar una decisión de donde matricularse, es importante que considere algunos factores, porque no existe una relación directa entre beneficios financieros y calidad académica. Son dos cosas distintas. Los factores más importantes para realizar una elección acertada son los siguientes:

Verificar la Acreditación, que certifica el cumplimiento de un proyecto educativo, junto con la existencia y aplicación de mecanismos de autorregulación y aseguramiento de la calidad. Este año a muchas instituciones que “parecían prestigiosas” no le renovaron la acreditación y otras que postulaban no lo recibieron.

Fijarse en la Malla Curricular, porque una misma carrera puede tener un enfoque más teórico o práctico, así como presentar mayor o menor flexibilidad en cursos electivos.

Tomar en cuenta los Aranceles, porque el valor de una carrera puede cambiar entre una institución y otra. Lo mismo rige para la matrícula que se paga al comenzar el año académico.

Conocer las Instalaciones e Infraestructura y recorrer la institución para conocer las bibliotecas, las salas de estudio, de computación, instalaciones y áreas deportivas, etc. Los videos y fotos no siempre reflejan la realidad.

Tener conocimiento sobre Empleabilidad y Remuneraciones ya que una misma carrera puede tener indicadores diferentes según la institución de la que egresó.

Estos factores mencionados no sólo deben importantes para un postulante sino que también  deberían ser el eje de una estrategia de marketing seria y responsable, porque una carrera no es sólo una decisión de vida, sino también una inversión.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Fijarse en la malla curricular no es un buen parametro. Se ocupan grandilocuentes nombres para diferenciarse en forma de la competencia, pero nada de fondo. Mucho benchmarketing, pero nada de innovación. En general las instituciones académicas demuestran hoy una falta de un proyecto académico de aporte al país y visión de futuro. Solo le dan a la gente lo que quiere, y la gente quiere solo lo que le dan.