Hablar e intentar realizar estrategias de
Marketing Educativo da para todo y para todos. Se requiere mucho trabajo comprender
los muchos desafíos planteados y obtener reales soluciones de calidad. Consolidar
una institución duradera es mucho más difícil que crear un buen producto
educativo. La pregunta es: ¿Cómo quieren ser cuando crezcan? La respuesta es
simple: no se tiene que ser correctos sino excelentes. Para lograrlo cuando se
hace una estrategia hay que centrarse en la esencia y eliminar lo superfluo e
innecesario. No es fácil llegar a lo más profundo de la esencia de una
institución para comprenderlo todo. En el marketing educativo hay que aplicar
la imaginación, la creatividad y la tecnología para crear cosas asombrosas. Redifinir
el problema y el enfoque que se debe dar.
Hay que asumir la responsabilidad completa
en la experiencia que vivirá el usuario,
es decir, los jóvenes o sus padres. Algunas instituciones pueden ser excelentes,
pero los de marketing creen que pueden aumentar los beneficios con promesas y
más promesas. No siempre una estrategia rinde beneficios en el corto plazo. Simplemente se trata de crear productos
académicos de excelencia para lograr una organización duradera y donde todos
sus integrantes se sientan motivados a crecer con ella.
Muchas instituciones se preocupan de los focus
groups y de intentar saber lo que los usuarios quieren, lo que es muy diferente
de preguntarles qué es lo que desean, y eso requiere de los especialistas
intuición e instinto acerca de
situaciones que quizás todavía no tienen forma. El trabajo del marketing es
saber leer lo que todavía no está. No se trata de aplicar recetas archisabidas
por todos y tan replicadas en congresos de la especialidad. Si fueran como dicen
sería muy fácil y todas las instituciones serían exitosas. Pero no es así. Se
necesita trabajar la empatía, con intuición acerca de los deseos de los
usuarios, que es algo más poderoso que el intelecto.
Las reglas habituales de las estrategias no
sirven. Se necesitan tres palabras: empatía, concentración y comunicación. Las
personas se forman una impresión sobre una institución basándose en como está
presentada, en la identidad que proyecta. La experiencia condiciona como van a
percibirla, un detalle diferente como que estuviera al servicio del usuario. Se
necesita estructurarse en torno a las actividades académicas y no solamente en
torno a las categorías de los productos educativos.
El personal, funcionarios, académicos y directivos
de una institución educativa, las personas que trabajan, son tan educadas que
los mediocres se sienten cómodos sin hacer nada. Hay que eliminar las zonas de
confort para intentar hacer lo imposible, y a nadie le gusta eso. Cuando se
cuenta con gente muy buena no se necesita estar siempre encima de ellos porque
si se espera que hagan grandes cosas se puede conseguir que lo hagan.
En una estrategia es muy importante formarse
una visión de conjunto y también ser un gestor implacable sabiendo que se está en todos los
detalles, es decir, lo importante es la capacidad y saber visualizar la
estrategia general fijándose en los aspectos más pequeños. Tener intuición
acerca de las estrategias del mercado. La creatividad es la esencia de la
imaginación aplicada para una ventaja de las economías innovadoras.
Cuidado, porque cuando las sirenas cantan, los
marineros se confunden y como dijo Steve Jobs: existe “la proliferación de
estúpidos”.
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